Como se sabe, el año 2020 llegó cargado de desafíos inesperados que obligaron a replantear las modalidades de ensayos durante todo el año. Así, comenzamos con los encuentro virtuales, testeando y probando todas las plataformas posibles que estuvieron habilitadas para tal fin.

Hicimos cursos, instalamos programas, aprendimos algo de programación pero nunca perdimos las energías, porque sabíamos que iba a ser algo pasajero.

Hace unos días, volvimos a vernos las caras, máscaras de por medio y sonrisas detrás de los barbijos. Recordamos y sentimos el placer de escuchar al otro cantar a nuestro lado. Volvimos a sentirnos un poco más como un coro, y confirmamos que cuando las ganas van para el mismo lado, es cuestión de ser paciente. Todo vuelve. La música también.